Ideal para tardes tranquilas. Las notas de mandarina son sutiles y deliciosas.

Ideal para tardes tranquilas. Las notas de mandarina son sutiles y deliciosas,

Nunca había probado un café tan floral y refrescante. Me enamoré

Es como tomar una infusión de café con esencia de cacao y lima. Pura armonía.

La combinación de aromas me recuerda a campo fresco, flores y cítricos.

Geisha es mi ritual de meditación en la mañana. Suave y revitalizante.

Me encanta tomarlo sin azúcar para sentir cada matiz. Muy fino.

Perfecto para quienes amamos un café delicado pero con personalidad.

Tiene un sabor claro, limpio y con una acidez muy bien balanceada. Top.

Lo preparo en Chemex y siempre resalta ese toque delicado. Muy gourmet.

El Geisha tiene una suavidad impresionante. Cítrico y elegante desde el primer sorbo.

Ideal para tardes tranquilas. Las notas de mandarina son sutiles y deliciosas.

Ideal para tardes tranquilas. Las notas de mandarina son sutiles y deliciosas,

Nunca había probado un café tan floral y refrescante. Me enamoré

Es como tomar una infusión de café con esencia de cacao y lima. Pura armonía.

La combinación de aromas me recuerda a campo fresco, flores y cítricos.

Geisha es mi ritual de meditación en la mañana. Suave y revitalizante.

Me encanta tomarlo sin azúcar para sentir cada matiz. Muy fino.

Perfecto para quienes amamos un café delicado pero con personalidad.

Tiene un sabor claro, limpio y con una acidez muy bien balanceada. Top.

Lo preparo en Chemex y siempre resalta ese toque delicado. Muy gourmet.

El Geisha tiene una suavidad impresionante. Cítrico y elegante desde el primer sorbo.

El Castillo es fuerte, con cuerpo y un final dulce espectacular.

Perfecto para arrancar el día con energía. Sabor intenso y profundo.

Lo tomo con prensa francesa y saca lo mejor de su sabor achocolatado.

Ideal para quienes disfrutamos un café potente, con carácter.

Un café con sabor a origen colombiano puro. Fuerte y noble.

Castillo tiene ese amargor justo que lo hace adictivo. Me encanta.

Es un café de batalla diaria, pero con calidad premium.

Tiene un toque dulce natural, como caña de azúcar. Muy especial.

El retrogusto a limón Tahití lo hace diferente a todo lo que he probado.

El Castillo es fuerte, con cuerpo y un final dulce espectacular.

Perfecto para arrancar el día con energía. Sabor intenso y profundo.

Lo tomo con prensa francesa y saca lo mejor de su sabor achocolatado.

Ideal para quienes disfrutamos un café potente, con carácter.

Un café con sabor a origen colombiano puro. Fuerte y noble.

Castillo tiene ese amargor justo que lo hace adictivo. Me encanta.

Es un café de batalla diaria, pero con calidad premium.

Tiene un toque dulce natural, como caña de azúcar. Muy especial.

El retrogusto a limón Tahití lo hace diferente a todo lo que he probado.